Sobre mi

¿Sobre mi?

Mejor, qué tenemos en común


Un poco sobre mi. Nací en México soy abogado con Maestría en Derecho Civil. Me dediqué a ejercer la carrera instalando un despacho donde he vivido y a la familia.

Ser abogado litigante es estresante, de alta responsabilidad y requiere de mucho leer y estudiar. Por lo que mi vida fue pasando entre la familia, el trabajo y mucho estrés, hasta que llegó el día en que enfermé del Síndrome de Burnout o Síndrome del trabajador quemado. Sufrí depresión, ansiedad, insomnio y ya no tenía el mismo ánimo e impulso emocional y mental que solía tener.

Me sentía confundido, inseguro, temeroso e incapaz de tomar rumbo. A tal grado enfermé de ese Síndrome que a mis 47 años ya no tenía ánimo de hacer nada respecto a mi trabajo, mi carrera, que tanto me había costado.

“La belleza está en tu corazón, no en tu mente.
Búscala también en el otro.” 

Cómo comenzó mi bloqueado emocional y mental


Te comparto que comencé a sentirme casi siempre con sueño, agotado emocionalmente, con depresión, estrés con irritabilidad, ansiedad e insomnio. En sí, en la miseria emocional, como entonces me definí.

Sentía que me había despersonalizado pues ya no era aquel hombre pujante, emprendedor, valiente, decidido, imparable.

Cómo siguió mi caída emocional, física y mental


Permíteme decir un poco más sobre mí, pues al estar enfermo, llegó la falta de liquides y el divorcio. Comencé a temer por mi futuro –ansiedad-, sin embargo, mi robusto orgullo que seguía ileso se negaba no solo a reconocer que algo estaba mal en mí, sino a no buscar ayuda profesional. Otro de mis grandes errores en ese episodio de mi vida.  

Había enfermado del síndrome de BurnOUT
o síndrome del quemado

Esta enfermedad no sólo ataca a profesionales, estudiosos, ejecutivos u hombres de negocios, sino a toda aquella persona que viva bajo mucho estrés laboral y no lo trate debidamente. Puede ser que sobre mí, puedas aprender la lección de que jamás atiné a tratar debidamente mi estrés. Por orgullo, verüenza y ego, me deslicé en ese fango, sintiéndome cada vez más exhausto de manera emocional, mental y física, entre otros males.

Había perdido aquella seguridad y tenacidad que hasta inspiraba a otros.

Sin embargo, y gracias a todo ese sufrimiento por el que pasé, tuve la oportunidad de darme cuenta de que estaba cómodamente sentado en mi vida cotidiana sin ver lo que pasaba a mi lado, sin ver lo que se fraguaba en mi contra por los más cercanos y los supuestos amigos, y además, sin poder hacer nada por mi ni por nadie. Pasaba el tiempo encerrado en lo material, lo mental intelectual- y sin emociones; y lo peor de todo es que todo eso pasaba sin darme cuenta, pues estaba envuelto en mi sistema de creencias.

Pero ahora, después de todo eso puedo ver claramente que me trajo sabiduría, me sacudí y calleron por su propio peso las remoras, pérfidos y las alimañas con que vivía. Analicé el resultado de mis reacciones, comparándolas con mi conciencia y superé así mi posición de víctima, por lo que pude también quitarme de las ilusiones del engaño que me envolvía y hasta pude hacer este libro. Todo lo que me pasó fue perfecto y no tengo duda de que tenía que pasarme exactamente así, pues es el medio que utiliza el proceso llamado vida para enseñarnos y aprender a través de las experiencias, y de todas las lecciones que vinimos a aprender para evolucionar en conciencia y espiritualidad.

Pero el amor por la vida es contagioso

Por otro lado, el amor por la vida es contagioso, lo podía ver en personas que sufrían de lo mismo o mucho más que yo. Fue así que, como pude, pedí ayuda a lo Alto, comencé a buscar información y ayuda profesional, miré de frente a la adversidad y la fui derrotando poco a poco, pero sin pausa.

Tuve el coraje de buscar y encontrar la solución justo de entre mis penas y fue aún mejor cuando paré de compadecerme para enfocarme en aprender a equilibrar mi vida. Ha sido de lo mejor que he hecho y comprendí que a todos nos puede pasar, que no hay motivo de sentir vergüenza –de lo más pesado a vencer-. Por lo que también pude entrar en un proceso de evolución hacia mi recuperación, que nunca es ni será lineal ni indoloro.

Lo tuve que hacer yo mismo, pues nadie lo hará por ti, aunque quieran, no pueden ya que es un trabajo y decisión internos y de progreso individual.

Decidí hacer una nueva vida, no rehacerla, sino a crear gradualmente una nueva como es que se debe hacer en estos casos. Comencé por reconocer qué estaba enfermo, busqué ayuda y me ayudé a mí mismo investigando y actuando.

Nadie nace con el libro bajo el brazo

Yo hubiera querido haber nacido con el libro bajo el brazo, uno que me hubiera guiado para no sufrir tanto y para sanar; una guía para saber cómo y qué hacer en el camino de mis días, pero no fue así. Por lo que tuve que buscar soluciones. Encontré información valiosa y verificada a través de los tiempos, con la que pude sanar. Así fue que encontré las herramientas adecuadas y el proceso.

Es la razón por la que escribí “El libro bajo el brazo”, para compartir contigo mis experiencias y las herramientas que te pueden ayudar como guía para salir de difíciles atascos emocionales que atraen la mayoría de las enfermedades del mundo, tanto físicas, mentales como emocionales.

Cómo sané


Esas herramientas no solo me ayudaron a superar esa enfermedad, sino también a conocer y saber enfrentar a mi ego, miedos, creencias, fanatismos y de todo tipo de pensamientos y emociones limitantes. Además, me llevaron a encontrar mi equilibrio, a recobrar la salud y a reencontrarme con lo más valioso que tengo, mi Ser, mi verdadera naturaleza, mi Alma, mi Cristo Conciencia.

Y fue de tal manera, que recuperé la claridad emocional y mental, supe de nuevo a donde ir y que camino tomar, pues lo había perdido. Fue así que a finales del año 2018 me puse a escribir este libro, “El libro bajo el brazo” , con el único propósito de que pueda ayudar a reconocer a otros que no están solos, que si hay salución y esperanza, y para compartirles las herramientas y el proceso que usé para combatir esa enfermedad y otras cargas emocionales con las que hoy puedo lidiar a conciencia.

Por consiguiente, esas herramientas, el proceso, junto con mi fuerza de voluntad desidida sobre ese propósito y con responsable constancia, fue que me llevaron a sanar y a entrar de nuevo en esa sana triada natural, es decir, en equilibrio, y que se encuentra armonizado entre un pensar, un sentir y un actuar bien, en mi equilibrio vital. ¡Y lo mismo puede hacer por ti!

Son tan útiles, que un día a la vez, en menos de un año, con esfuerzo y paciente dedicación, ya había superado las causas principales del Síndrome del trabajador quemado o Síndrome de BurnOUT. Más debo decir que el desequilibrio también nos puede llevar a padecer otras enfermedades, distintas en cada persona por razón sus experiencias vividas, de cómo siente, piensa y reacciona, y de la manera de enfrentarlas;  pero estas herramientas y el proceso, sin duda te pueden ayudar.

¡Anhelo que te sean de ayuda. Muchas gracias por leerme y aquí estoy para lo que pueda ayudarte!

Mediante el proceso, que es natural y simple, aprenderás a sustituir las emociones dolorosas de tus  experiencias, que te llevarán a tu Regeneración Emocional.

Te deseo dicha, armonía y buenos pensamientos.

Esta información es posible que no se aplique a todos, pues es una visión general, aunque auténtica. Se le sugiere que hable con su médico de familia y constatar si se aplica a usted y para obtener más información de este tema.

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