Las Herramientas

# 2 El Poder de la cortesía


¿Qué es El poder de la cortesía?


¡Hola, bienvenido! a esta entrada que es la parte #2 El poder de la cortesía, esta valiosa herramienta que es parte de mi libro y que por su importancia y extensión la he dividido en 2 partes.


La Parte “#1 El poder de la cortesía”, que ya publicqué, contiene:

  • La cortesía  o ser cortés
  • Vicio o la costumbre de pensar y sentir mal
  • La clave y su poder
  • Gran ejemplo de cortesía la madre Teresa de Calcuta
  • Casi a todos nos gusta ser bien tratados
  • ¿Pero cómo es eso de ser cortés en la vida cotidiana?
  • ¿Cómo ser cortés? 

Y esta parte #2 El poder de la cortesía, contiene:


  • ¿Qué no es cortesía?
  • La cortesía y la honestidad
  • ¿Qué sucede al ser cortés?
  • ¿Qué efectos provoca en nuestras vidas la cortesía?
  • ¿Qué regalos irás recibiendo al ser cortés?
  • ¿Cómo cambia nuestro mundo el practicar la cortesía?

¿Comenzamos?

¿Qué no es cortesía?


  • Simular cortesía para recibir la aprobación y la aceptación de los otros al hacer cualquier acto de bien, cooperación o de sumisión;
  • Llevar en la cara una sonrisa tatuada, buscando lo anterior;
  • Imitar la cortesía, con aquella sonrisa pero con ademanes de lord o de gran dama;
  • Ser generosos, dar dádivas o pagar las cuentas para simular cortesía y para permitirse asumir  posturas e imponer monólogos o condiciones arrogantes y de superioridad;
  • Actos de atención, que no vienen del corazón, son bien recibidos pero no son cortesía;
  • Pretender la sumisión de los otros como correspondencia de supuesta cortesía;
  • Para buscar tener aprobación y aceptación, imponiendo disimuladamente superioridad;
  • Entre otros muchos que sabrán ustedes identificar.

La evolución no es lineal. Por consiguiente, es importante estar atentos en los detalles que nos hagan sentir que estamos creciendo en conciencia.


La cortesía y la honestidad


Por ejemplo, el dilema de ser o no honestos, al devolver el dinero que se nos ha dado de más, o el no comprar cosas pirata como películas, libros o cualquier cosa de moda, con tal de tener lo que codiciamos a costa de quién sea.

A nadie le gusta que le roben su patrimonio, que lo tomen así nomas porque creen que pueden, ya sea material o intelectual.

También es lamentable dejarse manipular por otros para justificar la acción que solo confirma una escasa o débil dignidad, que ante el más leve impulso es movida como una veleta es movida por el viento.

         El problema no es sólo la acción de complicidad en el robo o fraude, (o como le gusten llamar a la misma acción, da igual), sino el fondo que tiene, lo que nos estamos diciendo, el mensaje que mandamos a los otros de nuestra valía y moralidad, de nuestra fortaleza y dignidad humana.

Con esos actos, ahora ellos tienen derecho a vernos y tenernos como sus cómplices, de ser llamados fáciles y manipulables por un sencillo vendedor callejero, y a cambio de migajas.

También, de poder acusarnos de tener una débil voluntad y capacidad para ser respetuosos de sí mismos, solo porque otros también lo hacen ¡Qué frágil y manipulable dignidad portan!

También, nos estaríamos diciendo que no somos capaces de pagarlo, que no podemos producirlo, aunque tengamos dinero suficiente.

Por otro lado, estaríamos diciendo que sí queremos cooperar con la delincuencia.

Algunos son tan ingenuos, que son capaces de pagar caro la mala calidad que reciben a cambio.

Y como resultado, ya seríamos parte de la cadena de actos delictivos, de la que tanto nos sorprendemos, indignamos y quejamos, pues para que haya piratería debe haber clientes, es como la corrupción.

Sin embargo, no solo todos nos dañamos, sino que alimentamos y alentamos a esas personas a vivir del esfuerzo de los demás y a que haya de diferentes clases de delitos, delincuentes y cómplices.

En ocasiones, nos podemos lamentar e indignar cuando nos toca ser las víctimas. Pero ¿Por qué?, si fuimos o somos parte de esa cadena de actos, que alentamos a que prosperen.

Tal vez no podemos tener el coraje y dignidad personal de hacer un acto cortés, y justo, que además no nos costaría, como sería el devolver lo que por error se nos entregó, o para rehusarse a comprar cualquier cosa pirata o robada.

Por otro lado, con la práctica de la cortesía, se va adquiriendo y fortaleciendo de manera natural y espontánea una sólida dignidad y seguridad personal. ¡Veamos porque!


¿Qué sucede al ser cortés?


Por otro lado, si damos el primer paso en el camino de la cortesía, accedemos de manera inmediata a disfrutar el sabor de la dignidad humana al negarnos a cometer esos y otros actos negativos y realizar acciones de bien y cortesías.

Solo imaginen el crecimiento de conciencia que tendremos y la armonía que se generará en nuestro entorno, pues nos estaremos creando una mejor calidad de vida y a nuestro entorno, aunque otros no lo hagan.

El más bello atuendo con el que ser humano pueda vestir, no es una sonrisa, sino con una actitud cortés para con los otros y para sí mismos, tanto en casa como fuera de ella.

Cualquiera puede hacer la mueca de la más brillante sonrisa que normalmente procura la aceptación y la aprobación de los otros, pues viene de la mente, no del corazón.


La cortesía, es un buen inicio para comenzar nuestro propio camino en la espiritualidad y de la humildad auténticas.


Como ves, es lo contrario de lo que cotidianamente pudimos estar haciendo y dejamos de hacer.

También, al encontrarnos frente alguna circunstancia desagradable, podemos imponernos y practicar las demás herramientas de no juzgar, no criticar y aceptar a las personas y las circunstancias como son, es decir, hacer lo que debemos hacer. (Adelante las explico todas). 

Si en verdad queremos cambiar el mundo, es muy reconocido que debemos comenzar con el nuestro, de otra manera no cambiaremos nada si seguimos haciendo lo mismo y solo porque otros también lo hacen ¡Qué frágil dignidad!

Si queremos comenzar, debemos hacerlo con esta simple pero poderosa herramienta del buen vivir sí queremos ser diferentes y hacer esa diferencia en nuestro mundo.


¿Qué efectos provoca en nuestras vidas la cortesía?


Habrá ocasiones en que no podamos ser corteses ante los otros y que hasta sea justificado, por ejemplo, en una discusión acalorada o con personas encendidas de coraje o ira, pero sí lo podemos ser con nosotros mismos usando las herramientas y retirarnos prudentemente.

Esta sabia herramienta nos traerá tantas satisfacciones, como nunca esperamos encontrar o recibir siquiera.

Es capaz de llenarnos de alegrías, de armonías y de tantas otras satisfacciones que el dinero jamás ha podido comprar

A causa de tantas cosas gratas que se experimentan al ser cortés, es que inspira y refuerza nuestra determinación para seguir siendo.

Y si nos equivocamos con alguna persona o situación ¡No importa, somos humanos perfectibles! pero debemos retomar tan pronto podamos.

Es mucho más poderosa que el sentimiento de rechazo que algunas veces recibiremos cuando seamos cortés con alguien, pero se sufre aún más cuando se espera correspondencia, pues:

Mientras más se busca la aprobación más se tiene el rechazo.

Por otro lado, mientras  hagamos nuestra una actitud de cortesía, cada vez serán mucho más remotos esos rechazos o nos importarán menos, o nada.

Y así estaremos sometiendo, en la práctica, a nuestro ego y orgullo.  

Es muy importante saludar viendo a los ojos, con contacto visual.

Es poderoso, es como llegar a sus almas con un regalo emocional y entregarlo con verdadera intención y  ánimo en procurar armonía.

Al ser corteses, podemos ver como algunos rostros se transforman en alegría y sonríen de una manera muy especial, y su tono de voz se hace dulce, amistoso

Y aunque siempre habrá sus excepciones, normalmente entramos en una atmósfera de armonía y humilde colaboración, sin orgullo ni posturas. 

Si no somos correspondidos, sólo nos queda aceptarlo, sin juzgar, ni reclamo o critica, ¡es la clave!, y seguir nuestro camino con el mayor silencio en nuestras mentes. Es decir, no llenar nuestras mentes y corazones con ruidos de juicios que nos quiten la paz.

Al principio, como en todo, es posible que no comprendamos su enorme valor. Solo debemos practicarlo con valentía y a través de nuestros pensamientos y miedos, lo cual será sin duda alguna un gran progreso. 

Llegará el día en que nos “caiga el veinte”, como se dice coloquialmente, y comprendamos su gran poder y valor en la experiencia de nuestros días, pues notaremos que nos traen muchos tipos de regalos inesperados, tales como bendiciones, atenciones, cortesías inesperadas, paz, mucha seguridad, auto estima, humildad auténtica, y armonía en nuestro entorno ¡Pues eso es lo que genera!


¿Qué regalos irás recibiendo al ser cortés?


Nos veremos engalanados y protegidos por a la Señora Humildad.

Cada vez que practicamos la cortesía en los otros y en nosotros mismos, y sin siquiera pensarlo, iremos yendo a través de nuestros miedos, egos, creencias, etc., en sí, a través de nuestras limitaciones mentales y emocionales sin esfuerzo alguno y en armonía.

Nuestros pensamientos de orgullo ya no serán como ayer, pues cada vez serán más débiles, ya que iremos cambiando de costumbres y vicios al ir quitado nuestra atención predominante a esas limitaciones dolorosas.

Sin esperarlo siquiera, nos veremos recibiendo sus frutos, los que nunca podremos anticipar, pues llegará mucho más y exactamente de lo que necesitamos. Es una ley universal que no se queda con nada.

Recibiremos:
  • Espontáneas gentilezas
  • Sonrisas francas y bellas
  • Ayuda desinteresada, mágica y oportuna, y
  • hasta de personas insospechadas.

También recibiremos bellas y francas sonrisas, un buen trato, y brillarán como estrellas al contestar su saludo o, o al saludarnos afablemente, y que no pueden ser confundidas con coqueteos o conveniencias. 

Hasta por teléfono percibiremos que son muy corteses y escucharemos sus palabras endulzadas con una sonrisa

Te platicaré una de mis bellas experiencias. Cierto día caminaba por la calle y estaba por pasar al lado de dónde trabajaba un joven jardinero, muy serio y pensativo, solo cortaba la maleza.

Y al pasar a su lado le dije: ¡Buenos días!, buscando contacto visual con él.

Su respuesta fue instantánea, levantó su cabeza y me regaló una sonrisa que jamás he olvidado. 

Fue franca y bella, espontánea, se llenó su corazón y brillaba mucho, pues vino desde su corazón y enmarcada por su piel de bronce

En otra ocasión, entraba en un mini súper y una bella joven me abrió la puerta dejándome pasar primero y me dijo: Pase caballero. Le di las gracias con contacto visual mientras me ocupaba de que se llevara mi sonrisa y también de detenerle la puerta para que ella saliera. Y en su cara brillaba otra sonrisa.

Qué mágicos son los efectos de la cortesía. –Pensé–. 

Con poco podemos hacer mucho, cono nada no podemos hacer nada.

Vallamos en el día a día buscando la forma de ser corteses con quien podamos. Saludando con contacto visual, busquemos la forma y oportunidad de ayudar a alguien con sus paquetes o cederle el camino si va cargado, abrir una puerta y cederle el paso.

O comedirse al ver que ocupen algún tipo ayuda que sea oportuna y prudente. Ya no finjamos no ver o no saber y no volteemos la cara simulando no ver su necesidad. Es mágico.

Si te equivocas a propósito

Por otro lado, si alguna vez nos equivocamos deliberadamente al evitar ser cortés, no importa, pues sabemos que hay momentos de ánimo y circunstancias que nos lo impedirán.

Pero, podremos retomarlo sin culpa alguna, y comprendamos que a veces tendremos esos descuidos, prisas o traeremos algunas preocupaciones, cargas o malos momentos, es válido, pero luego retomemos. 

Además, no hay nadie que tenga el derecho de juzgarnos o culparnos, ni obligación tenemos de darles ese derecho, y mucho menos a aquellos que no la practican, pues el ser cortés se trata de un personal compromiso.

La vida se agita

También, se agitará en torno nuestro una esfera de energía electromagnética invisible por naturaleza, a causa de esos actos armoniosos, que nos precederá a donde vayamos, se adelantará a nuestro camino haciéndolo más llano y armonioso.

Las cortesías también vendrán a nuestro encuentro, entregándonos sus frutos, trayendo cortesías de los otros, de personas que ni conocíamos o a través de quienes jamás nos hubiéramos esperado. 

Sentirán que sus pechos se llenaran de alegría y armonía al comprobar la belleza de que somos capaces de crear con tan poco.

Con esta práctica, se aprende a ser tolerantes y humildes, sin pensarlo o razonarlo siquiera. 

Como podrás ver, son simples y sencillos actos cotidianos pero que son poderosos para generar armonía, y no sólo para nosotros, sino para los otros también.

Al hacer contacto visual se ponen en contracto nuestras almas. Y así, con esa sutil y breve conexión se transmite la verdadera intención que lleva la cortesía

Podremos ser mejores de lo que somos tan solo con esta sencilla actitud, momento a momento, en el día a día. Uno a la vez. Con calma, pero sin pausa

Así comprendí, que soy amado por lo que soy, no por lo que tengo o hago para conseguir la aprobación o aceptación de los otros. 

Desde mi Ser, soy… desde el ego, dejo de Ser. 

Francisco Lozano

Actuando desde mí Ser es fácil ser amado y lo soy. Desde el ego nada persiste, es superfluo y doloroso el camino.

Francisco Lozano

¿Cómo cambia nuestro mundo el practicar la cortesía?

En la práctica de esta herramienta, nos daremos cuenta de que podremos ampliar y refinar nuestros actos de cortesía, tanto como nuestro medio y circunstancias lo permitan. 

Por ejemplo, hay prácticas de cortesía que podemos hacer con uno mismo, en la familia, el trabajo, los amigos, en lo profesional, en una ciudad o país. 

En otras entradas les compartiré ideas de cómo practicar la cortesía con uno mismo, con la familia, los amigos, trabajo, etc.

Es muy agradable el compromiso que tenemos los que ya conocemos y sabemos de las herramientas.

Aprenderemos cómo integrarlas a nuestro mundo, a nuestro entorno, donde convivamos, adaptándolas a nuestras costumbres. 

La cortesía siempre es bienvenida, cuando es natural y espontánea, es envolvente e incluyente, mas nunca manipuladora, pues se evaden y se alejan sus efectos ante estas intenciones. 

Casi toda mi vida he sido jefe, pues desde ahí me ha tocado servir, aprender y realizar mi tareas y propósitos en esta ocasión, y también desde ahí me he equivocado y lo seguiré haciendo hasta que muera, pero los que saben me entenderán al decir que eso creó en mí una costra muy dura de ego y creencias, que logré taladrar y romper mediante los golpeteos cotidianos en el uso comprometido de estas herramientas. 

Han traído a mi vida dobles beneficios sin saberlo ni esperarlo, pues mi intención es solo ser cortés y usarlas, y empecé a recibir cosas buenas y bellas, a raudales.

Por lo cual, con todo mi entusiasmo y basado en mi experiencia,  les sugiero que las practiquen pues traerán a sus vidas lo bueno, lo bello y lo cierto, y seremos inspiración de muchos

Desde esta herramienta se puede disfrutar lo que se tiene y desde dónde nos ha tocad vivir, servir, se los sugiero especialmente a los magnates, multimillonarios, profesionales, clérigos, artistas, técnicos, políticos, jefes, patrones, encargados,  gerentes, empleados, obreros, padres, madres, miembros de la familia y amigos, y especialmente a aquellos que quieran recuperar su equilibrio vital.

Y si se te presenta la oportunidad, comparte estas herramientas con los que vean que sufren y disminuirá tu dolor

Éstas herramientas tienen el mismo valor y poder en cualquier lugar donde te toque aprender de la vida, surten el mismo efecto en las personas. 

Es infalible, vale la pena intentarlo, lo percibirá tu Ser.

Cuando nuestro ego las rechaza, se comienza a juzgar, criticar y etiquetar todo y a todos, ya que se irritan nuestros demonios, (nuestro sistema de creencias de baja frecuencia), pero un alma que va en este camino, siempre las disfruta, y si se equivoca, lo retoma. 

Si las practicamos, recibiremos mucho más de lo que damos. Por otro lado, podemos seguir haciendo lo contrario, o sea, lo mismo que venimos haciendo para recibir esos raquíticos y frustrantes resultados. 

También podemos seguir con esas posturas aprendidas que destruyen buenas voluntades y generan conflictos innecesarios. 

Se ganan más voluntades con un saludo que con un gesto de desprecio, frívolo o desdeñoso, eso que humilla, ignora o desprecia a los otros. 

Esas actitudes, lejos de elevarnos nos ensucian a todos por igual. (Si algunas mujeres dejaran de confiar tanto en el uso del  desdén, sus relaciones sentimentales fueran armoniosas y mucho más duraderas, pues se basarían en el respeto de la dignidad humana).

Todo esto lo digo por experiencia, pues también lo he vivido, lo he hecho y también lo he recibido. También he sentido los aires fríos de las alturas sociales. 

Y lo único que recuerdo de las personas que me lo hicieron es que inspiraron en mí un silente desprecio y antipatía.

Y lo peor, es que nunca se olvida aunque se mienta diciendo que sí. Y no tengo la menor duda de que tampoco lo han olvidado aquellos que de mí lo recibieron. Pero aquí les ofrezco una sincera disculpa, pues era un ignorante.

Hoy, ya no sufro más de esa ignorancia ni soporto más esa carga inútil de la culpa en mis recuerdos, pues hoy ya no insisto en criticarme, ni juzgarme, pues aprendí que es tiempo perdido y no se avanza ni en conciencia ni en espiritualidad.

Ya he tratado y transmuté esas cargas, siguiendo mi camino de libertad. En mi libro comparto cómo hacerlo.

Aprendí mucho. Aprendí mis lecciones y es por eso que comparto este conocimiento, este saber, con emoción y certeza

Un nuevo acuerdo conmigo mismo

Al aceptar el acuerdo conmigo mismo de cambiar mi modo de ser mediante el uso de estos simples y poderosos instrumentos del buen vivir, resulta que las personas que antes me rechazaban o yo rechazaba, ahora nos llevamos mejor, o simplemente nos mandamos a la fregada, pero sin sufrir de culpa, pues es válido y humano. 

Sin embargo, para que esto sucediera fui yo quien comenzó a cambiar mi mundo, empezando desde  mí mismo y dejé de esperar a que otros lo hicieran.

Y veo con asombro y alegría en mi alma, cómo el mundo que me rodea ya me acompaña en mi camino de vida con mayor y plácida armonía. Y solo empecé con la simpleza de ser CORTÉS

Lo más asombroso es que aquellas personas tóxicas que había en mi entorno, ellas solas se alejaron de mí o yo de ellas.

Y aunque me pudo causar extrañeza al principio, y hasta dolor a causa del círculo vicioso en que me estaba revolcando, ahora gozo de paz y del paisaje del camino de mi vida. 

Se alejaron y me alejé también de parientes muy cercanos, que sin duda fue lo mejor para nuestras vidas.

        

Con esto, doy por concluido el tema de El poder de la cortesía. Sin embargo, seguiré compartiendo ejemplos de cortesía en la vida cotidiana que te podrán ser útiles.


 


 

¡Te espero en la próxima entrada conde seguiré hablando de las Herramientas del buen vivir, faltan 6.

Si te inspira un comentario este trabajo o quieres sugerir algún tema, me dará gusto leerlo. Por favor hazlo aquí abajo.


 

Lectura recomendada: “La sabiduría del eneagrama”

 

¡Hasta la próxima!


 

(*) En mi libro intitulado – El libro bajo el brazo – , explico el proceso ampliamente.

Esta información es posible que no se aplique a todos, pues es una visión general, aunque auténtica. Se le sugiere que hable con su médico de familia y constatar si se aplica a usted y para obtener más información de este tema.

 

 

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Francisco Lozano

Soy Francisco Lozano, escritor y autor de El libro bajo el brazo. Aquí conocerás cómo de sustituir, de manera natural, esos sentimientos negativos que contienen las tus experiencias dolorosas, por sentimientos positivos. Por lo tanto, recuperarás el equilibrio que está armonizado entre el pensar, sentir y actuar bien.

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Publicado por
Francisco Lozano

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